En la puerta de la casa del viudo una matera con una violeta le paga a un gato aburrido para que la remplace. El gato se sienta a recibir el sol que le corresponde a la violeta y se va volviendo verde, mientras otras materas copian la idea; un perro y una susanita conjugados se hacen pasar por rosal, y el jardín entero parece un sueño afiebrado.
[Nadie sabe qué camino cogen todas las materas y sus matas. Alguien especula que hacen turnos en jardines extraños, para conseguir con qué pagar.]
*
Parece que la culpa es de la nostalgia
por unas manos que lo contengan
de desmoronarse en hojas marchitas
y aureolas de tierra reseca
sobre las baldosas
[como órbitas sin planetas]
como un icono habitado
por santos ausentes.
*
Hay un jardín abandonado
en la casa del viudo
que se desmorona y se deshoja.
*
Un camino de hormigas
llega hasta el castillo de las moscas
que también es una golondrina muerta.
*
Hay un jardín deshabitado en una casa abandonada
los dos compiten por olvidar
toda semejanza y apariencia.
martes, mayo 06, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Ay! conozco este jardín, un día no muy lejado le vamos a mostrar a todos uno mas o menos parecido...
Publicar un comentario