miércoles, marzo 03, 2010

JACS

Me acabo de enterar de que alguien de quien fui muy amigo hace años fue víctima de una golpiza en el 2007.

La otra noche me lo encontré de casualidad (digámoslo así a falta de explicación más pintoresca) y, por supuesto, se ve bien. No noté que tuviera una cicatriz o algo. Hablamos de bobadas, un poco de afán y mucho por formalidad: yo no dije nada que el planeta no pueda saber aplicando un poco de sentido común; él me sorprendió diciéndome que se había casado hacía tres años. Y ya. Sigue cada uno su camino y todo vuelve a su versión más reciente de la normalidad. Lo de la golpiza lo supe por otro lado, no porque él me lo dijera.

La vida de los demás me atraviesa y se va, sin darme tiempo para resolver si lo hace porque es inmaterial para mí o porque soy inmaterial para ella. Ese es el resultado de decisiones que ya no recuerdo cómo tomé ni por qué. De nada sirve que todavía me importe.

No hay comentarios.: