jueves, diciembre 18, 2008

Terapia

El paciente (F., 31, un diente desportillado, miope, barriga incipiente, calvicie no tanto y una inmadurez complejísima), se queja de sus compañeros de trabajo y del trabajo de sus compañeros. "Burros cerrados, tapiados por dentro", son sus palabras. Aún así, se lava toda responsabilidad sobre cualquier corrección que pueda hacerles, pues, considera, no sólo no le corresponde sino que además no siente la autoridad.

Vista su insistencia en el tema, sorda a las justificaciones propias, el doctor Ñ. (Dios lo bendiga) lo enfrentó con el siguiente silogismo:

Si (a): A. y F'. (por si las confusiones) consideran que hicieron bien su trabajo.

Y (b): F. considera que hizo bien su trabajo.

Entonces (c): Los tres hicieron lo mismo.

Después de lo cual el paciente no regresó a consulta y decidimos considerarlo curado.