viernes, abril 18, 2008

Ascending

Hay escalera. Hay una escalera, y sube (para mí). Es verde o parece verde o se ve. Yo la veo verde pero, cuando me fijo, ni las paredes ni el suelo y mucho menos el techo son verdes, y la puerta es lindamente café, pintada no hace mucho, esmaltada y con gotas de una mala mano. Tiene luz, es recta y alta, la escalera. No sé cuánto llevo subiéndola cuando los escalones ya son piedras apiladas cubiertas de musgo. Ahora sí es verde de veras. Llego a otra puerta. Al fin, pienso, pero no tengo ni idea de al fin qué, qué hay al otro lado, dizque arriba. Pero no es arriba. Al abrir la puerta hay un tramo como de tres escalones gordos, con piedras perezosas acomodadas con pereza, y al final otra puerta, también de madera como las de antes, pero vieja, con tablas agrisadas por el tiempo y las vetas renegridas y profundas. Subo, abro. Otros tres escalones y otra puerta. La historia comienza a repetirse a partir de allí. Es incómodo abrir las puertas porque toca retroceder para darles espacio.

1 comentario:

Angélica Caballero dijo...

YUJUUU!!!
volviste, que bueno, me alegra. Hay una razon para estar conectado a esta red que por momentos me aburre mucho. Pero ahora y si sigues escribiendo en este lugarcillo que pense habias desamparado, podre leer cositas que la mayoria de las veces me agradan, por varias razones, pero una muy importante, porque es como saber algo mas de ti, diferente a lo que hablamos diariamente, cosas que no podrias contarme, que hay que leer.
Un besito